Argentina y España confluyen en la financiación de sus gobiernos subnacionales desde dos puntos de partida diferentes; en el primer caso, se da lo que podría denominarse un federalismo político y fiscal desde abajo hacia arriba, yaque son las Provincias Unidas del Sur las que dan origen ala Nación Argentina en 1816 y las que se dan, en 1853, una Constitución para un país republicano, representativo y federal, en la que no solo se reconocen la autonomía política de las provincias, sino tambien su facultad original exclusiva sobre impuestos directo. y concurrente con la Nación en la recaudación de impuestos indirectos.
En el caso español, por el contrario, el camino ha sido el inverso. Solo recientemente, en la constitución de 1978, que sancionó la restauración democrática tras cuarenta años de un Estado autárquico y centralizado, España se constituye en un estado descentralizado con comunidades que asumen progresivamente competencias y responsabilidades de gestión en los principales servicios , al tiempo que se institucionaliza un modelo de financiación para las haciendas regionales relativamente abierto.
Sin embargo, y a pesar de los diferentes puntos de partida, se infiere que Argentina y España experimentan problemas similares al momento de evaluar sus marcos de federalismo fiscal; en particular, como vincular la financiación de los gobiernos subnacionales con sus responsabilidades efectivas de gastos, como fomentar las recaudación propia de los gobiernos subnacionales y como resolver el problema de los desequilibrios verticales y horizontales.
Todos los puntos mencionados encuentran un cauce analítico en los trabajos del presente texto.
